En la exuberante región de Iquitos - Perú, donde la selva amazónica se despliega en toda su majestuosidad, existe una realidad que no podemos ignorar: la persistente sombra de la pobreza y la inseguridad alimentaria que oscurece la vida de muchos niños, niñas y familias. A pesar de la riqueza natural que rodea la ciudad, Iquitos enfrenta desafíos significativos en términos de desarrollo económico y acceso a alimentos nutritivos.
Según estadísticas recientes, aproximadamente el 30% de la población de Iquitos vive por debajo del umbral de la pobreza, luchando día a día para satisfacer sus necesidades básicas. Esta situación se ve agravada por la inseguridad alimentaria, que afecta a una gran cantidad de hogares, especialmente en las zonas rurales y periféricas de la ciudad. Se estima que más del 20% de los habitantes de Iquitos enfrentan dificultades para acceder a una alimentación adecuada y suficiente, lo que aumenta su vulnerabilidad a enfermedades que afectan su calidad de vida.
Frente a este panorama desolador, se suma un gran incendio ocurrido el pasado mes en el asentamiento humano de Daniel Alcides Carrión, ubicado en el distrito de Punchana. 31 familias con 47 NNA quedaron sin hogar. Es crucial unir esfuerzos y trabajar juntos para brindar apoyo y esperanza a esta comunidad que necesita de ayuda.
World Vision Perú en asocio con las Iglesias Evangélicas Unidas y el Vicariato Apostólico de Iquitos, están impulsando el Proyecto “Manos solidarias”, en donde se tendrá un espacio de integración con las familias afectadas y se dotará de kits de alimentos para asegurar una necesidad esencial.
Acciones estratégicas a incorporar en el proyecto:
- Generar un espacio de integración y compartir con las familias afectadas y NNA
- Dotar de kits de alimentos para las familias afectadas
- Desarrollar hábitos alimenticios saludables mediante charlas de nutrición a las familias participantes.
¡Únete a nosotros para hacer una diferencia tangible en la vida de niños y familias necesitadas! Con tu apoyo, podemos llevar alivio y esperanza a quienes más lo necesitan. Cada donación cuenta y puede marcar la diferencia entre el hambre y la nutrición, entre la desesperación y la esperanza. Juntos, podemos ser el cambio que el mundo necesita.